Tan solo nueve refinerías se ocupan de toda la producción de derivados del petróleo en España. Tres en la costa mediterránea (Tarragona, Castellón y Cartagena), dos en la costa atlántica (Bilbao y la Coruña), dos en la costa de Andalucía (Huelva y Algeciras), una en las islas Canarias (Tenerife) y una sola en el interior (Puertollano, en Ciudad Real).
Su función principal es la fabricación de combustibles: gasóleo A, B y C, gasolinas, queroseno de aviación, fuel oil, naftas, butano, propano, etc. En los últimos años, la producción se ha orientado poco a poco a la fabricación de gasoil, en detrimento de la gasolina.
Cada una de estas enormes instalaciones procesa anualmente una media cercana a los 8 millones de toneladas de crudo. Las refinerías son además el centro de complejos industriales, como la petroquímica en Tarragona, que fabrica materias primas para la industria de los plásticos.
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